La herencia africana en Río de Janeiro es una realidad innegable, a la que quizá se le había dado poca importancia hasta el día de hoy, y eso a pesar de que no sólo se trata sólo de una cuestión de raza sino de cultura; muchos de los bailes, músicas, costumbres e incluso gastronomía, tienen el sello indiscutible de aquellos que fueron llevados a Brasil por la fuerza, desde lejanos países africanos, para trabajar como esclavos en las enormes haciendas agrícolas del país.
La esclavitud constituye una de las más horrendas manchas en la historia de Brasil. Se calcula que durante el siglo XIX cerca de un millón y medio de africanos fueron llevados al país por la fuerza. En Río de Janeiro, la mayoría de ellos desembarcó en el puerto Cais do Valongo y en varios otros puertos clandestinos donde el tráfico de seres humanos alcanzó su máximo apogeo. Esos africanos pasaron su vida en grandes plantaciones de café y caña de azúcar como la hacienda de Bracuí en Angra dos Reis o la hacienda de São José da Serra en Valença.
Cuando en 1888 la esclavitud por fin fue abolida, muchos de esos esclavos y sus descendientes emigraron a las áreas urbanas de Río, influenciando y transformando para siempre la vida de la ciudad.
Con el objetivo de reconocer y poner en valor esa importante herencia africana en Río de Janeiro nace el proyecto Passados Presentes, que en coordinación con la comunidad que sigue habitando los quilombos (que nacen como áreas de concentración de esclavos huidos), ha creado rutas turísticas en el Quilombo do Bracuí, en el Quilombo de São José da Serra y en la ciudad de Pinheiral, así como en la zona conocida como la “Pequeña Africa” en el centro de Río de Janeiro, con exposiciones a cielo abierto y recorridos guiados a través de una aplicación (App) para teléfonos móviles, gracias a códigos QR instalados en los principales puntos de interés. Todo esto con la finalidad de que visitantes y residentes, conozcan y valoren la herencia cultural africana que forma parte de la historia y de la vida de Río y también como una marera de honrar a las víctimas de ese oscuro capítulo de la historia del país.
La ruta por la herencia africana en Río de Janeiro se inicia en el Mercado de Esclavos da Prainha, el lugar donde se realizaba la compra-venta de esclavos durante el período colonial, pasando por el Cais do Valongo, el puerto por donde muchos de los esclavos desembarcaron en la ciudad.
El recurrido turístico incluye el Cementerio de los Pretos Novos (de los Negros Nuevos) donde están enterrados alrededor de 50.000 africanos que fueron víctimas mortales de esa trata de esclavos y, la zona de Pedra do Sal. El área de Pedra do Sal fue conocida en el pasado como el lugar donde los esclavos desembarcaban sal, pero su mayor fama la debe a que se dice que fue justo aquí donde nació la famosa música del Carnaval de Río, la Samba, por supuesto gracias al aporte cultural de los descendientes de esos esclavos africanos. En la actualidad en Pedra do Sal se realizan todas las semanas algunas de las más famosas rodas de samba en el centro de Río.
El recorrido por la herencia africana en Río de Janeiro termina en el Centro Cultural José Bonifácio, el primer centro cultural dedicado a la cultura afro-brasileña. El objetivo del proyecto Passados Presentes, es no sólo que se conozca lo que fue realmente la esclavitud en Río de Janeiro, sino fundamentalmente que se dé el lugar que le corresponde a la cultura africana como parte del patrimonio cultural del país, destacando que ni Río de Janeiro ni Brasil serían lo que son sin el importante aporte que trajeron los esclavos llegados desde Africa.
