PUBLICIDAD

Slackline

slackline en rio de janeiro

Nacido en el Parque Nacional de Yosemite en Estados Unidos, la práctica de slackline se ha convertido en los último tiempos, en un entretenimiento habitual entre los jóvenes locales. A pesar de ser una actividad relativamente nueva en Río de Janeiro, encaja perfectamente en el ambiente de la ciudad, ya que contiene varios de los elementos típicos de cualquier pasatiempo carioca que se precie: dejarse ver, llevar poca ropa, y estar cerca de la arena.

PUBLICIDAD

La historia surge cuando los escaladores de Yosemite se encontraban con condiciones climáticas desfavorables, comenzaron a matar el aburrimiento atando una cuerda de escalada entre dos puntos y practicaban a mantener el equilibrio. La cuerda original fue pronto sustituida por una cinta más elástica y se añadieron maniobras acrobáticas que complementaron el simple paseo de equilibrista.

Maniobra acrobática sobre la cinta slackline en rio de janeiro
Maniobra acrobática sobre la cinta

En este nuevo deporte, los materiales utilizados son cruciales. Las cintas Gibbon, llamadas así por los monos gibones que se balancean entre los arboles, vienen en anchuras de 25 mm, 35 mm y 55 mm. Las más anchas y elásticas son mejores para practicar acrobacias y las más delgadas para caminar.

Hay un grupo conocido como Slack D’Ávila que se reúne religiosamente entre las 18:00 y las 21:00 h al final de la Rua Garcia D’Ávila bajo las palmeras de Ipanema, para perfeccionar su técnica. Entre sus movimientos destaca uno que ellos llaman «El buda», que consiste en sentarse en la posición del loto sobre la cinta, pero cada participante le pone su creatividad personal. Algunos lo comparan con el yoga porque exige una concentración tal que se asemeja a la meditación.

Lo que puede parecer un ejercicio fácil y un poco tonto para el observador, puede convertirse en una obsesión, y el proceso de empezar de cero con una «mano al lado» intentando mantener el equilibrio hasta soltarse para caminar solo, recuerda a la primera vez que montamos en bicicleta. Además es un ejercicio fenomenal para fortalecer los músculos del abdomen, las piernas y los glúteos, lo que parece que han descubierto los chicos y sobretodo las chicas locales.

Chica practicando en la playa de Flamengo Slackline en Rio de janeiro
Chica practicando en la playa de Flamengo

Hay incluso competiciones en Brasil como el «Slaclline Master» dónde se evalúan puntos como el tiempo sobre la cinta, la dificultad de las acrobacias y el estilo empleado. Pero para llegar ahí, hay que empezar dando el primer paso y probar. Se puede amarrar la cinta entre dos palmeras o pedir permiso para practicar en los diferentes puntos de la ciudad dónde es posible encontrar a los cada vez más numerosos seguidores de esta nueva disciplina. Y si fallan los ánimos, siempre es una ocasión perfecta para tomar excelentes fotografías con el siempre inigualable paisaje de Rio como telón de fondo.

Más información

Mapa de los lugares de slackline en Rio de Janeiro


PUBLICIDAD

Te puede interesar