Cristo Redentor del Corcovado

El Cristo Redentor del Corcovado, impresiona profundamente cuando se tiene la suerte de verlo en persona por primera vez. Es sin lugar a dudas una de esas experiencias que aceleran el corazón y se quedan marcadas en la retina para siempre. No sólo es la escultura Art Decó más famosa del mundo, sino que desde el 2007 es también una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, un título que se merece y mucho.

El Cristo de Brasil

Posiblemente la primera imagen que le viene a la mente a cualquier persona que piense, no sólo en Río de Janeiro sino en todo el país en general, es la imagen del Cristo Redentor, también conocido como el Cristo del Corcovado, o simplemente como el Cristo de Río de Janeiro o el Cristo de Brasil.

Las medidas de esta gigantesca escultura son simplemente increíbles: la altura del Cristo Redentor es de 30 metros y pesa 1.200 toneladas. Se levanta majestuoso sobre un pedestal de 8 metros de alto, justo en la cima del Cerro del Corcovado, a 710 metros sobre el nivel del mar, dentro del Parque Nacional de Tijuca.

Es posible verlo casi desde cualquier parte de la ciudad, por eso se dice que desde su enclave privilegiado el Cristo abraza y protege a la “Cidade Maravilhosa” (Ciudad Maravillosa), como se conoce a Río.

Decir que el Cristo Redentor es definitivamente el mayor atractivo turístico de Río de Janeiro es una obviedad. Es impensable visitar la ciudad sin subir por lo menos una vez a verlo de cerca y a disfrutar de las increíbles vistas que se tienen desde los miradores del Morro del Corcovado.

Aún cuando suene a cliché, ningún viaje a Río de Janeiro estará completo si no se tiene la foto con el Cristo de Brasil (sin duda es patrimonio de todo el país), aunque sea rodeado de otros cientos de personas intentando conseguir la suya. No hay City Tour por Río de Janeiro que no incluya la visita al Cristo del Corcovado.

Historia del Cristo Redentor

La idea de levantar un símbolo que encarnara el espíritu religioso de la ciudad de Río de Janeiro surgió a mediados del siglo XIX, a sugerencia del religioso Pedro María Boss, con el apoyo de la Princesa Isabel de Portugal. Sin embargo pasaron casi cinco décadas hasta que la idea se retomó en 1921, dentro de las celebraciones por el centenario de la independencia de Brasil.

Una de las primeras decisiones que debió tomar el Círculo Católico de Río de Janeiro, a cargo del proyecto, fue el lugar dónde se colocaría la imagen. Los lugares pensados fueron el Pan de Azúcar (Pão de Açúcar), el Cerro Sao Antonio y el Morro del Corcovado, eligiéndose este último, con su peculiar forma de joroba (de ahí el nombre) por ser el más alto de los tres.

Se convocó a un concurso en 1923 y fue seleccionado el proyecto del ingeniero Héctor da Silva Costa. En el diseño original que ganó el concurso, hecho por el artista plástico Carlos Oswal, la estatua del Cristo Redentor sostenía una cruz en la mano izquierda y un globo terráqueo en la derecha, pero finalmente se optó por prescindir de estos dos símbolos.

La escultura del Cristo Redentor fue realizada parcialmente en Francia por el arquitecto franco-polaco Paul Landowski y para su financiamiento se convocó a una gran colecta, llamada la Semana del Monumento Nacional, que tuvo una respuesta multitudinaria.

Los trabajos de construcción del Cristo Redentor, una gigantesca escultura hecha en hormigón armado, duraron 5 años. Durante todo ese tiempo, lo más destacable fue que no hubo que lamentar la muerte de ningún trabajador, algo poco común en la época y más si se toma en cuenta la dificultad del enclave y la forma de la imagen, con los brazos extendidos en el vacío.

Para darle su apariencia final, el Cristo del Corcovado fue revestido con piedra-jabón, un material que a pesar de ser aparentemente débil resiste muy bien el paso del tiempo y las variaciones de temperatura sin romperse ni deformarse.

Además de eso, la estatua del Cristo Redentor tiene muchos detalles curiosos, uno de ellos es que su corazón tiene una forma perfecta, tanto por fuera como por dentro.

Descubre más curiosidades sorprendentes sobre la estatua del Cristo Redentor

Finalmente el gran Cristo Redentor del Corcovado, fue inaugurado la tarde del 12 de octubre de 1931, convirtiéndose desde ese mismo instante en el símbolo indiscutible de la ciudad de Río de Janeiro y de todo Brasil.

La espectacular iluminación del Cristo Redentor, otra de sus señas de identidad, ha sido cambiada y restaurada en varias ocasiones, una de ellas con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II en 1990.

Una de las últimas grandes obras de mejora en el Corcovado fue hecha el 2003, cuando se instalaron escaleras mecánicas y ascensores panorámicos para facilitar el acceso a la plataforma donde se encuentra la imagen del Cristo.

El Tren del Corcovado, mucho más antiguo

La historia del tren del Corcovado es bastante más antigua que la historia del Cristo Redentor.

Inaugurado en 1884 por el Emperador Pedro II de Brasil, su primer ferrocarril fue una máquina a vapor que en su día se consideró como un milagro de la ingeniería ya que conseguía recorrer 3.824 metros en un terreno de gran inclinación.

En 1910 fue reemplazado por máquinas eléctricas, convirtiéndose en el primer ferrocarril eléctrico de todo Brasil.  El tren ayudó a convertir al Morro del Corcovado en uno de los principales miradores de la ciudad desde mucho antes de levantarse en él la imagen del Cristo. De hecho, fue este tren el que sirvió para transportar las piezas de la enorme escultura, para su montaje en la cima del cerro.

En la actualidad, los encantadores trenes rojos que transportan a los turistas que quieren ver de cerca al famoso Cristo Redentor, hasta la cima del Morro del Corcovado, son modernas máquinas eléctricas Suizas que no contaminan y ayudan así, a proteger el Parque Nacional de Tijuca.

El recorrido del tren del Corcovado dura 20 minutos y suele estar animado por grupos musicales. Las vías atraviesan la parte del Parque conocida como Serra da Carioca, regalando a su paso maravillosas postales de la ciudad de Río. Para tener las mejores vistas lo mejor es sentarse al lado derecho del tren.

La Floresta de Tijuca, un enclave único

La Floresta da Tijuca o Parque Nacional de la Tijuca, está en el mismo corazón de la ciudad de Río de Janeiro y constituye la selva urbana más grande del mundo, reforestada por el hombre, con un área total de más de casi 4.000 hectáreas.

Esta maravillosa selva fue totalmente devastada durante el siglo XVII, cuando una tala indiscriminada de árboles con el fin de usar el terreno para plantaciones de café puso en peligro el abastecimiento de agua de la ciudad. Ante esto, el emperador Pedro II ordenó, en el siglo XIX, la reforestación de la zona, plantándose unos 60 mil árboles durante 13 años.

De este modo no sólo se devolvió la vida vegetal a la Floresta, sino también la vida animal y hoy en día es común cruzarse con monos, coatíes, lagartos, pájaros y mariposas.

La Floresta de Tijuca es un lugar precioso y el mejor enclave que pudo encontrar el Cristo Redentor de Río de Janeiro.

Visitar la enorme escultura da la oportunidad a los turistas de disfrutar de esta increíble selva urbana y apreciar el valor que tiene para la ciudad, a la que le da ese carácter único.

Hay que destacar además que, al elegir el tren del Corcovado como forma de acceso a la cima del Corcovado, estamos colaborando con la preservación de la Floresta, ya que parte de la recaudación se destina al Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA), encargado de la conservación de la flora y fauna.

Las maravillosas vistas desde el Cristo Redentor

Desde la cima del Morro del Corcovado, a los pies del sorprendente Cristo Redentor, se tienen espectaculares vistas de 360° de la ciudad de Río de Janeiro. Unas vistas que no sólo son hermosas de día sino también cuando cae el sol y la ciudad se transforma, llenándose de un juego de luces maravilloso.

Si se tiene suerte y el día está despejado (lamentablemente las nubes y las nieblas son cosa común), pueden distinguirse con claridad hacia el sur la Laguna Rodrigo de Freitas, el Jardín Botánico, el Jockey Club y las playas de Ipanema y Leblón.

Mirando al norte, están las playas de Copacabana, Botafogo y Flamengo, el Monte Pan de Azúcar y la Bahía de Guanabara. Al este se puede ver el centro de la ciudad, Niteroi y parte de la Bahía de Guanabara y finalmente al oeste el mítico estadio del Maracaná, el Sambódromo donde cada año se celebra el Carnaval más famoso del mundo, parte del Parque Nacional de Tijuca y por supuesto el Océano Atlántico.

Comprar entradas al Cristo Redentor online

Puedes comprar el ticket oficial al Cristo Redentor de forma online. No tendrás que hacer cola y embarcarás directamente en el tren que asciende al Corcovado. Además, si surge cualquier imprevisto, puedes cancelar la compra con 24 horas de antelación. Reserva aquí.

Tours y excursiones al Cristo Redentor

Visitar el Cristo Redentor por cuenta propia no resulta fácil. Hay que realizar varias combinaciones de transporte y soportar largas colas y tiempos de espera. Por eso recomendamos reservar con antelación algún tour que incluya este emblemático lugar y te ahorre complicaciones y contratiempos. Aquí te dejamos algunas ideas.

Cómo llegar al Cristo Redentor del Corcovado

Aunque la forma más común de ir al Cristo Redentor sea en los pintorescos trenes rojos que atraviesan la floresta, hay varias maneras de subir a la cima del Morro del Corcovado, donde está la gigantesca estatua.

1. En el Tren del Corcovado

Horario de los trenes

Diariamente: 08:00 a 20:00 horas
Partidas cada 30 minutos
Ultima subida a las 19:00 horas

Precio de la visita completa

Público general: Temporada baja R$65 – Temporada alta R$79
Niños entre 5 y 11 años: R$51
Menores de 5 años: libre
El valor incluye el transporte de ida y vuelta, así como el derecho de acceso al monumento del Cristo Redentor.

Venta de entradas

Quiosco Largo do Machado – Plaza Largo do Machado
Shoping Rio Sul – Botafogo
Quiosco Rio Tour – Copacabana (altura del Posto 3)

Vía web: www.ticket.corcovado.com.br

Dirección Estación del Tren: Calle Cosme de Velho, 513 – Cosme de Velho
Sitio Web: www.tremdocorcovado.rio/
Teléfono: (+55 21) 2558 1329

2. En Van Oficiales (furgonetas/camionetas)

Horario de las van

Diariamente: 08:00 a 17:00 horas
Desde Estación Paineiras hasta las 18:00

Precio de transporte y visita

-Estaciones Copacabana y Largo do Machado:

Público general: R$77 temporada alta y RS$63 temporada baja
Niños entre 5 y 11 años: R$49
Menores de 5 años: libre

-Estación Barra de Tijuca:

Público general: R$106 temporada alta y RS$92 temporada baja
Niños entre 5 y 11 años: R$78

-Estación Paineiras:

Público general: R$44 temporada alta y RS$30 temporada baja
Niños entre 5 y 11 años: R$16

El valor incluye el transporte de ida y vuelta a la estación de origen, así como el derecho de acceso al monumento del Cristo Redentor.

Venta de entradas

Boleterías de cada estación

Vía web: www.paineirascorcovado.com.br/cristo-redentor/

Estaciones

Plaza do Lido – Copacabana
Plaza Largo do Machado – Catete
Shopping Cittá – Av. das Américas 700 Barra de Tijuca
Estación Paineiras

3. En vehículo particular

Sólo se puede subir en vehículo particular hasta la Estación de Paineiras, desde allí hay que continuar hasta el Cristo Redentor en una de las Van Oficiales del parque. Hasta Paineiras se puede llegar en taxi (el taxista está obligado a usar el taxímetro) o en auto particular que debe dejarse en las zonas habilitadas. En temporada alta y fines de semana hay que tener en cuenta que el estacionamiento está limitado a 150 vehículos, por lo que puede haber problemas de espacio.

4. Caminando

Los amantes del senderismo pueden alcanzar el Cristo Redentor caminando. El sendero se inicia en el Parque Lage, cerca del Jardín Botánico y el recorrido es de aproximadamente 2 horas y media, a través del bosque. Es recomendable hacerlo sólo si se está en buena forma y llevar mucha agua, porque el calor puede dificultar la subida.

Al final del sendero hay que pagar la entrada al monumento, que incluye el recorrido de 1 kilómetro, en las van autorizadas (furgonetas) hasta la cima del Corcovado.

Consejos para visitar el Cristo Redentor

Dado que se trata del monumento más visitado de Río, es importante tener en cuenta estos datos útiles que harán mejor y más fácil la visita:

1. Es aconsejable adquirir las entradas para el Ferrocarril del Corcovado a través de la web oficial con antelación, sobre todo durante la temporada alta y, así evitar las enormes colas que se suelen formar en la boletería de la estación.

2. Si se opta por subir al Corcovado en van, también es aconsejable adquirir los billetes por lo menos un día antes, ya que la capacidad de las vans es limitada.

3. Para conseguir hermosas fotos con la escultura del Cristo Redentor, lo mejor es intentar evitar subir durante los fines de semana, cuando el monumento está verdaderamente lleno de gente. Los momentos del día con menos visitantes son, a primera hora de la mañana entre las 8 y las 9 y, al final de la tarde después de la caída del sol, cuando la mayoría de grupos y visitantes independientes empiezan a bajar.

4. El clima es un factor fundamental a la hora de decidir la visita, así que lo mejor es intentar subir cuando la previsión del tiempo promete un día despejado.

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