Ala delta y parapente

Aquellos a los que no les baste con las vistas que se tienen desde los miradores más conocidos, que además les guste la adrenalina y que busquen un punto de vista más elevado y dinámico, tienen que experimentar el vuelo libre con ala delta o parapente en Río de Janeiro que parten desde Pedra Bonita. Desde esta formación rocosa situada a 520 metros de altura, despegan los vuelos tándem que rodean la imponente Pedra da Gávea, sobrevuelan la Avenida Niemeyer y descienden lentamente sobre la playa de Sao Conrado.
Durante estos fantásticos vuelos se pueden ver a ojo de pájaro, las playas de Copacabana, Ipanema, Leblon, Barra da Tijuca y al fondo el Cristo de Corcovado y el Pan de Azúcar, pero generalmente no se abandonan las proximidades de Sao Conrado. A veces, se traspasan estos límites y se realizan vuelos muy cercanos al Corcovado pero no es lo habitual. Es mejor hablar con el piloto antes de iniciar el vuelo, para que las expectativas coincidan con la realidad.
La duración del vuelo varía entre los 8 y los 20 minutos dependiendo de la intensidad del viento. Puede parecer corto, pero la experiencia es tan intensa que el tiempo es más que suficiente. Los vientos en esta zona son bastante seguros y es muy raro que ocurran accidentes. En cualquier caso, el riesgo está muy controlado porque los pilotos más experimentados no van a arriesgar sus vidas y las de sus pasajeros si las condiciones de vuelo no son adecuadas.

Para realizar el vuelo en ala delta o parapente en Río de Janeiro, no es necesario tener experiencia, tan solo hay que seguir las instrucciones del monitor, dejarse llevar y disfrutar. Lo que sí hay que tener en cuenta es que los pasajeros no pueden pesar más de 90-100 Kg y por lo general han de ser mayores de 16 años. Los precios rondan los US$ 200 y suelen incluir los traslados desde el hotel y un CD con fotos y vídeo del vuelo grabados con las cámaras que llevan a bordo.

No hay que preocuparse a la hora de decidirse a probar a volar, ya sea en ala delta o parapente, las agencias que realizan los vuelos cuentan con pilotos que están conveniente certificados por la Scociación Brasileña de Vuelo Libre (ABVL) y que siempre van a priorizar la seguridad de sus pasajeros. Lo mejor es relajarse y disfrutar.
Vuelo en ala delta

De las dos opciones posibles, el vuelo en ala delta en Río de Janeiro es probablemente el preferido por muchos, lo que es algo muy poco común si tomamos en cuenta que en la mayoría de lugares que se practica el vuelo libre, suele ser en parapente. Quizá la posición al volar en ala delta no sea la más cómoda porque se va tumbado y en paralelo al instructor, pero sí es la que más transmite la sensación de volar como un pájaro.
Vuelo en parapente

La segunda alternativa para volar en Río de Janeiro es hacerlo en parapente. La posición en el parapente posiblemente sea más cómoda, pues se va sentado en un arnés delante del piloto con lo que las vistas están más despejadas. Pero salvo por eso, la sensación de volar placenteramente dejándose llevar por el viento es en ambos casos increíble.