Laguna Rodrigo de Freitas

La laguna Rodrigo de Freitas es un espectacular espejo de agua salada conectada al mar. Rodeada de hermosas montañas, la Laguna es el centro de un enclave maravilloso, casi como si fuera un corazón para la ciudad. Está conectada al Océano Atlántico a través del canal Jardim de Alha, que además sirve de límite entre los elegantes barrios y las playas de Leblon e Ipanema.
A su alrededor están algunos de los barrios más elegantes de Río de Janeiro (Gávea, Jardín Botánico, Laguna, Ipanema y Leblon).
La laguna original

A inicios de la colonización, Río de Janeiro era un territorio difícil, lleno de lagunas y pantanos rodeados de cerros. Para responder al crecimiento de la ciudad y aumentar el área habitable, varias de las lagunas de la zona centro y sur fueron soterradas. Aunque la laguna Rodrigo de Freitas sobrevivió, su tamaño actual es prácticamente la mitad del que era inicialmente.
Conocida por los indios como Sacopenapã (lago de raíces cortas) en el idioma Tupi-Guarani, durante los siglos XVI y XVII la laguna estuvo rodeada por haciendas de cultivos de caña de azúcar. La última de ellas fue propiedad de don Rodrigo de Freitas, a quien le debe su nombre actual.
Sin embargo, a finales del siglo XIX y durante los primeros años del siglo XX se instalaron alrededor de la laguna varias fábricas lo que tuvo un impacto negativo en el entorno natural y ocasionó una grave contaminación en sus aguas.
Una posterior conciencia medioambiental y el deseo de proteger este hermoso entorno natural, ha llevado a que en las últimas décadas se realicen importantes trabajos de recuperación. Y, aunque el agua todavía está demasiado contaminada como para ser apta para el baño, poco a poco las condiciones van cambiando y es esperanzador ver que la vida salvaje está volviendo.
Principales atractivos de la laguna y su entorno

Más allá de su valor como entorno natural, la laguna Rodrigo de Freitas forma parte de la imagen idílica de Río de Janeiro y constituye un elemento fundamental en la vida diaria de los cariocas (como se les conoce a los residentes de la ciudad).
Su perímetro, de más de 7,5 kilómetros de extensión, ofrece múltiples opciones de ocio y deportes a cualquier hora del día.
Sin importar la época del año, siempre hay ciclistas y corredores en los senderos y ciclovías que recorren los parques que circundan la laguna como el Parque Tom Jobim.
Para los que quieran dar un paseo por su cuenta, existen varios puntos de alquiler de bicicletas, incluyendo el del Parque dos Patins, cerca del Jockey Club en el lado oeste. Otra opción es apuntarse a alguno de los tours guiados en bicicleta que recorren la zona sur de Río y el contorno de la Laguna Rodrigo de Freitas. Durante esos paseos se visitan los lugares más bonitos de la ciudad y se escuchan interesantes anécdotas e historias.
Si se tiene el tiempo suficiente, y no se quiere sudar demasiado, una tranquila caminata por el entorno de la Laguna regala al visitante diferentes y preciosas perspectivas de la ciudad y de algunas de sus montañas más famosas como el Morro Dois Irmaos, Pedra da Gávea y el Corcovado.

En algunas zonas de la laguna Rodrigo de Freitas existen muelles propiedad de clubes náuticos de regatas y es frecuente ver a deportistas entrenando en sus largas embarcaciones.
Para los que no pertenecen a ningún club pero no quieren perderse la experiencia de atravesar el lago, la opción es alquilar los pedalinhos (botes a pedales casi siempre con forma de cisne). Están disponibles los fines de semana en el lado este de la laguna, cerca del Parque do Cantagalo.
Para completar el paseo y tomar un merecido descanso, a lo largo de toda la costa, especialmente cerca de los parques Cantagalo y dos Patins, hay kioscos que ofrecen agua de coco fresca, refrescos y las famosas caipirinhas (cóctel típico a base del aguardiente de caña llamado cachaza). Muchos de estos quioscos con encantadoras terrazas al aire libre, sirven platos típicos brasileños y de otros países, acompañados de música en vivo durante los fines de semana.

El moderno complejo de cines y restaurantes Lagoon, frente al Club de Regatas do Flamengo, tiene una amplia oferta de cafés, heladerías, bares y restaurantes desde los que hay unas vistas fantásticas de la laguna Rodrigo de Freitas. Es uno de los lugares de moda de la ciudad y vale la pena visitarlo para conocer uno de los ambientes más cool de Río de Janeiro.
En la zona oeste de la laguna, a la altura del punto kilométrico número seis, se encuentra uno de los dos helipuertos (el otro está en el Morro de Urca) desde donde salen los helicópteros que hacen vuelos panorámicos sobre la ciudad de Río. Una manera incomparable (aunque cara, merece mucho la pena) de tener las mejores vistas de la ciudad y su bahía.

En diciembre, tiene lugar en la laguna Rodrigo de Freitas, uno de los mayores eventos de la ciudad, la iluminación del árbol de Navidad flotante. Este gigantesco árbol navideño que adorna la laguna cada diciembre desde 1996, atrae a miles de personas, especialmente el día de su encendido oficial, cuando el evento se vuelve una fiesta de luz, música y color. Vale la pena acercarse a ver el árbol (se enciende al caer la tarde) si se está en la ciudad durante esa época, las luces de neón dibujan decenas de formas diferentes que cambian en secuencias de color, de una forma realmente preciosa.
Otro dato: El Parque dos Patins es famoso por acoger el Oi Vert Jam un festival que recibe a los skaters más famosos del mundo y que es una de las competiciones que forman parte del Campeonato Mundial de Skate Vertical.
Cómo llegar a la Laguna Rodrigo de Freitas
Varias líneas de autobús pasan por las avenidas que rodean la laguna Rodrigo de Freitas y la estación de metro Cantagalo, en Copacabana también está muy cerca. Otra opción es tomar un taxi hasta cualquier punto de la laguna y desde allí empezar el recorrido.
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