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Vidigal, la favela que se transforma y atrae a cariocas y extranjeros

vistas desde lo alto de Vidigal Rio de Janeiro

Todos hemos oído hablar alguna vez de las favelas de Río de Janeiro y solemos relacionarlas con la idea de miseria, violencia y narcotráfico. Pero esta es una verdad a medias. Es cierto que en las comunidades (favelas) más grandes ubicadas a las afueras de la ciudad, todavía sus habitantes sufren muchos problemas de escasez y violencia y que hay mucho por hacer para lograr que el narcotráfico no campe más a sus anchas; pero también es cierto que muchas otras comunidades llevan años pacificadas, en especial las ubicadas en la Zona Sur de Río, habitadas por gente trabajadora que poco a poco se abre camino, se están convirtiendo en lugares cada día más atractivos para cariocas y turistas, este es el caso de Vidigal.

Ubicada entre los barrios de Sao Conrado y Leblón, sobre el morro del mismo nombre, Vidigal goza de algunas de las vistas más privilegiadas de Río de Janeiro, con las playas de Ipanema y Leblón a sus pies, desde lo alto de sus viviendas es posible disfrutar del maravilloso espectáculo de la laguna Rodrigo de Freitas al amanecer, cuando sus aguas parecen teñirse de naranja, del Cristo Redentor al fondo y de toda la zona sur de la ciudad.

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Ya desde hace tiempo, muchos turistas y cariocas amantes del trekking, suben a Vidigal para iniciar desde allí la subida a la cima del peñasco “irmao maior” (hermano mayor) en el Parque Dois Irmaos, pero la comunidad tiene otros atractivos menos conocidos por los extranjeros, pero que llevan años convocando a los amantes del arte, la cultura, la diversión y la buena comida, sin olvidar los diferentes tipos de alojamientos (desde albergues para mochileros hasta hoteles de lujo) que cada día más se instalan en la zona.

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En 1986 nació en Vidigal Nós do Morro, un proyecto cuya finalidad era facilitar el acceso a la cultura de los niños y jóvenes desfavorecidos que vivían en el Morro de Vidigal y que, a día de hoy, se ha convertido en una prestigiosa escuela de teatro y cine donde se forman niños, jóvenes y adultos procedentes de todas partes de la ciudad. La agenda cultural del Nós do Morro es amplia e incluye presentaciones de teatro de los grupos de la escuela y funciones de cine, todo esto con acceso gratuito o a unos precios prácticamente simbólicos.

Pero por lo que se está haciendo más famoso Vidigal es por sus fiestas electrónicas que duran hasta el amanecer.

El Hotel Mirante do Arvrão cuenta con una amplia terraza donde algunos de los DJs más famosos de la ciudad pinchan música electrónica y hip hop hasta que el cuerpo aguante. El reto es ver salir el sol desde uno de los mejores miradores de Vidigal, antes de irse a descansar, aunque quienes lo prefieran pueden reservar alguna de las camas en habitaciones compartidas o individuales con que cuenta el hotel y disfrutar de las vistas del mar forma más relajada. Durante el día, en la terraza funciona una sucursal del famoso boteco Belmonte, que sirve sus conocidos petiscos (pasteles rellenos, bolinhos de bacalao y croquetas de carne seca) y sus famosas cervezas frías, a huéspedes y visitantes.

A pocos metros, la Pousada Alto Vidigal es una alternativa perfecta para los que buscan un alojamiento simple combinado con noches agitadas. Todos los fines de semana, las fiestas de la Pousada atraen a cariocas y turistas por igual ya que sus DJs llenan las noches de house, funk, soul y toda clase de música electrónica, convirtiendo el lugar en una de las pistas de baile más concurridas de Río de Janeiro.

alojamientos en vidigal Rio de Janeiro

Y si de comer se trata, en Vidigal también hay varias opciones de restaurantes donde comer algo al medio día. En la subida al morro, está el Fénix Sushi Bar que atrae a los amantes de la comida japonesa con sus rolls, temakis y yakissobas, a precios bastante convenientes. Si se prefiere comida casera, el Paladar Nordestino tiene una carta variada que incluye costillas, lasaña y pollo a la milanesa. Otro buen lugar es el Barlacubaco donde se puede comer feijoada, pescado en salsa de camarones con puré o filete de vacuno con arroz y patatas fritas. Finalmente, quien busque tomar algo ligero después de un día de playa o antes de irse de fiesta, encontrará en el argentino Las Empanadas las tradicionales empanadas argentinas de carne y otras creaciones como las de camarón con queso y las de plátano con Nutella, además es un buen lugar para probar la cerveza argentina Quilmes y la uruguaya Norteña.

La transformación de Vidigal parece imparable, de una favela pobre y con muchas necesidades, se está convirtiendo en un lugar de moda, que atrae a extranjeros no sólo para pasar unos días, sino como lugar de residencia, lo que está ocasionando que el valor del metro cuadrado en este morro de la Zona Sur se dispare. Hoteles de lujo y locales de vanguardia han puesto el ojo en Vidigal y abren sus puertas reconvirtiendo el lugar en una de las zonas de mayor atractivo turístico de Río de Janeiro.

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