La región del Noreste del Brasil es una de las más grandes e importantes del país. Un amplio territorio de naturaleza exuberante, hermosas playas, amplia cultura gastronómica y cuna de variados estilos musicales propios. Muchas de las imágenes más arquetípicas del país proceden de la cultura nordestina.
Afortunadamente, quien visita Rio de Janeiro tiene la posibilidad de encontrarse con mucho de lo que el nordeste de Brasil tiene para ofrecer, probar sus platos típicos, comprar artesanías y contagiarse de la alegría de su música, bailando a ritmos como el forró, el xote o el baião, con sólo visitar la Feria de Sao Cristovao, también conocida como Feria de Tradiciones Nordestinas.
La historia de la Feria de Sao Cristovao se remonta a mediados del siglo pasado, cuando un importante número de nordestinos iniciaron una período de migración hacia la capital del país (en ese momento Río de Janeiro), en busca de mejores oportunidades laborales. Esos inmigrantes empezaron a reunirse y a organizar fiestas en los alrededores de Sao Cristovao, donde compartían sus comidas, escuchaban su música y combatían de alguna manera la “saudade” (nostalgia) por su tierra.
El enorme recinto que hoy alberga la Feria de Sao Cristovao, fue inicialmente construido para otros fines, pero poco a poco los puestos instalados en sus alrededores ganaron fuerza y en 2003 obtuvieron el derecho a usar definitivamente el lugar, cuyo nombre oficial pasó a ser Centro Municipal Luiz Gonzaga de Tradiciones Nordestinas. A día de hoy, en sus 306.000 m² hay cientos de puestos, tiendas y restaurantes que atraen no sólo a nordestinos, sino también a cariocas y turistas, dispuestos a disfrutar con las tradiciones de Bahía, Pernambuco, Río Grande del Norte, Fortaleza o Natal, entre otras localidades.
Una visita a la Feria de Sao Cristovao puede llevar el día entero, y con seguridad no dará tiempo para verlo y probarlo todo. Una buena forma de empezar es recorrer las tiendas de alimentos y especias, para así darnos una idea de los platos típicos que probaremos más adelante. La tapioca rellena o la pamonha (tamal de maíz dulce) pueden ser excelentes aperitivos.
Entre los puestos de la feria nordestina hay de todo, zapaterías, carnicerías, librerías, tiendas de ropa, etc., pero las más interesantes son las que venden productos típicos como el queso de Minas, el pan de Recife, cachaças o especias tradicionales. También se pueden comprar preciosas piezas de artesanía en cuero o madera, muñecas bahianas, enormes hamacas tejidas a mano, sombreros, utensilios de madera, etc.
A la hora de comer la decisión no será fácil ya que las opciones abundan, pero entre los clásicos que hay que probar está la Feijoada Nordestina, el Baião de Dois (un plato con arroz, alubias, queso y salchichas), la Carne de Sol com Aipim (una carne secada al sol que luego se saltea y se sirve con mandioca frita), así como una variedad de carnes a la parrilla, pescados y mariscos.
Y como complemento, la Feria de Sao Cristovao siempre tiene una programación musical completa. El recinto dispone de dos escenarios principales donde las noches de miércoles a domingo se presentan grupos de forró pé de serra, xote, baião y xaxado, todas danza y músicas alegres procedentes del nordeste de Brasil. También hay un par de plazas o escenarios menores, donde suelen haber presentaciones de forró. Es inevitable contagiarse de la alegría que reina en la feria, así que lo mejor es no resistirse e intentar probar con alguno de esos bailes, al final la idea es pasar un momento divertido compartiendo con la acogedora gente del norte.
Dirección: Campo de Sao Cristovao s/n – Sao Cristovao
Horario: Martes a Jueves de 10:00 a 18:00 h, Viernes a Domingo de 10:00 a 21:00 h
Valor de la entrada: Martes a Jueves entrada libre, Viernes a Domingo R$3
Sitio web: www.feiradesaocristovao.org.br