Si pensamos en las playas de Río de Janeiro, no es descabellado imaginar a hermosas mujeres haciendo topless junto a hombres tomando el sol en minúsculos trajes de baño, sin embargo, a pesar de la fama de abiertos y desinhibidos de los brasileños y de esa idea del culto al cuerpo, son bastante más conservadores cuando se trata de ir a la playa y tomar el sol.
La práctica del topless que es muy común en Europa, por ejemplo, en Río no sólo no es costumbre sino que no está permitida y ya si hablamos de nudismo la cosa se complica más. Esto resulta paradójico, sobre todo cuando comprobamos los diminutos trajes de baño con que algunos toman el sol en las playas de Río y, especialmente, cuando la exhibición casi desenfrenada de los cuerpos desnudos se apodera de la ciudad durante la época del Carnaval.
Pero parece que algo va cambiando y ya es oficial la primera playa nudista en Río de Janeiro (o si se prefiere playa naturista) una buena noticia para los amantes de esta práctica natural. La playa elegida para convertirse en la primera playa nudista es la playa de Abricó (Praia do Abricó) localizada en la zona oeste de la ciudad en el sector de Grumari, más allá de las playas de Recreio dos Bandeirantes y Prainha. Se trata de una playa hermosa, de limpia arena dorada, rodeada de vegetación y salpicada de grandes rocas que dan al lugar una imagen idílica.
No obstante, aunque ahora es oficial, la verdad es que el naturismo o nudismo llevaba décadas practicándose en la playa de Abricó sin mayores problemas, hasta que fue cerrada por la demanda judicial de un abogado que sostenía que las “actividades llevadas a cabo en Abricó atentaban contra la moral y las buenas costumbres”. Afortunadamente la justicia ha dado la razón a los amantes de esta práctica basada en la unión del hombre con la naturaleza, y Abricó se vuelve a abrir para acoger a quienes quieren disfrutar del sol y el mar tal como llegaron al mundo.
Se trata de un logro alcanzado después de años de lucha, entre otros, de la Asociación Naturista de la Playa de Abricó, que entre sus argumentos sostenía, y no sin razón, que muchos turistas extranjeros demandaban tener la libertad de disfrutar de las playas tropicales de Río de una forma más natural, como lo hacen en sus países de origen. Ahora todos están seguros de que el haber formalizado Abricó como la primera playa nudista en Río de Janeiro, será un motivo más para atraer turismo a la ciudad, sobre todo cuando próximamente se van a celebrar los 450 años de su fundación y los Juegos Olímpicos de Rio 2016.