Precisamente debido a su especial emplazamiento geográfico, con una enorme línea costera y en medio de una gigantesca selva tropical, Río de Janeiro tiene un clima caluroso durante casi todo el año pero especialmente durante el verano, cuando las temperaturas pueden alcanzar valores extremos. Por eso no es raro que durante los días de calor, todo el mundo busque lugares donde refrescarse.
Por supuesto, la mayoría de quienes visitan la ciudad se deciden primero por las famosas playas de Río como Copacabana e Ipanema, para pasar allí las horas de mayor calor, sin embargo, lo más probable es que estén abarrotadas y que el espacio sea escaso. Si estás en la Ciudad Maravillosa (especialmente en enero y febrero) y quieres darte un baño reparador sin tener que pelear por un metro cuadrado de arena o sencillamente quieres probar una alternativa diferente, entonces te recomendamos visitar alguna de las cascadas de Río de Janeiro, muchas de las cuales te permitirán disfrutar de un buen baño en un entorno natural precioso y todo eso sin tener que salir de la ciudad.
Algunas de las mejores cascadas o cachoeiras, como se llaman en portugués, están dentro del Parque Nacional da Tijuca, también conocido como Floresta da Tijuca, lo que significa que están dentro de la misma ciudad! Aquí podrás disfrutar de cristalinas caídas de agua fresca procedentes de pequeños ríos y riachuelos, muchas de las cuales forman piscinas naturales donde podrás nadar y pasar un rato relajado y tranquilo.
Algunas de las mejores cascadas de Río de Janeiro para tomar un baño son:
Cascatinha Taunay
Esta hermosa cascada se encuentra en el interior del Parque Nacional da Tijuca, muy cerca de la entrada. Se trata de una caída de agua de 35 metros de altura donde podrás darte un buen chapuzón.
Esta cascada es una de las más frecuentadas por los cariocas y cuenta con instalaciones como baños, una pequeña tienda y una zona de estacionamiento.
El acceso a la Cascatinha Taunay está a unos 500 metros de la puerta del Parque Nacional cercana a Praça Afonso Viseu.
Cachoeira dos Macacos
También en el interior de la Floresta da Tijuca, esta cascada es una caída de agua de unos 20 metros de altura, que en su parte baja forma una piscina natural de aguas cristalinas rodeada de abundante vegetación, donde podrás pasar un rato muy agradable.
Para llegar a la cascada, hay que acceder por la Estrada Dona Castorina (acceso al Mirador Chino o Vista Chinesa) y desde allí caminar aproximadamente unos 15 minutos, por un sendero sencillo.
Cachoeira dos Primatas
En realidad no es una sino dos cascadas. La caída de agua principal forma una deliciosa y generosa ducha que cae entre dos piedras, donde el baño no sólo es refrescante sino también reparador. En el sendero de acceso hay otra cascada que forma un pozo natural perfecto para un baño relajante.
El entorno natural donde se encuentran es precioso y desde la caída de agua principal puede verse entre los árboles, la imagen de la Laguna Rodrigo de Freitas.
El acceso a la cachoeira dos Primataas es por la Rua Sara Vilela, Jardim Botânico.
Cachoeira do Mendanha
El Río Guandu do Sapê pasa por la Sierra de Mendanha, en la Zona Oeste de Río de Janeiro y a su paso forma caídas de agua con pequeñas piscinas naturales de aguas transparentes. Para llegar a esta cachoeira tendrás que recorrer un sendero de subida, pero la recompensa son tres grandes cascadas que desembocan en pozos profundos donde podrás darte un buen baño. Además, si te gusta la adrenalina, prueba a deslizarte por las enormes piedras que caen hasta el agua!
Para llegar tienes que ir al acceso al Parque Estatal de Mendanha, ubicado en la estrada Abilio Bastos, Campo Grande (cerca de la Avenida Brasil).
Cachoeira da Gruta
Posiblemente esta sea una de las cascadas más bonitas de las que puedes disfrutar dentro del Parque da Tijuca. Se trata de una caída de agua que parece brotar de la misma grieta de unas grandes rocas. No es una cascada grande pero sí lo suficiente para proveer frescor y eso sin olvidar que está en un entorno precioso que te permitirá tener unas vistas fantásticas.
Se llega a la cachoeira da Gruta por la Rua Pacheco Leão, Estrada Dona Castorina, cerca de la puerta de los Macacos.
Cachoeira das Almas
Cerca del Centro de Visitantes del Parque Nacional da Tijuca se inicia el sendero que conduce a la cascada de las Almas. El sendero bordea el riachuelo del mismo nombre (de las Almas) y es un camino casi siempre plano, con algunas subidas, que atraviesa una zona de gran vegetación tropical antes de llegar a la caída de agua que tiene unos cuatro metros de altura. Es el mismo camino que conduce al mirador Excelsior.
La forma más sencilla de encontrar esta cascada es entrando al Parque por la Estrada do Excelsior.
Cascata Diamantina
Es una de las mayores cascadas que se encuentran dentro de la Floresta da Tijuca. La caída de agua corre en medio de dos enormes rocas y su vista impresiona. Para llegar a ella hay que seguir el sendero que se inicia a un costado de la Gruta Paulo e Virgínia, a la que se llega por varios accesos como el de la Praça Afonso Viseu, la Estrada da Cascatinha, la Estrada do Imperador, la Estrada Escragnolle o la Estrada Major Archer
Cachoeira do Horto
Esta es una de las caídas de agua más conocidas y frecuentadas del Parque Nacional. Está formada por un riachuelo llamado Pai Ricardo (padre Ricardo) y tiene una altura de 20 metros. La piscina natural que forma en su parte inferior no es muy grande pero sí lo suficiente para poder tomar un refrescante baño. El sendero que lleva a ella comienza pasando el Portão dos Macacos.
El acceso a la cachoeira do Horto (Cascada del Huerto) es el mismo que a la cachoeira da Gruta, por la Rua Pacheco Leão y la Estrada Dona Castorina.