Llega el verano carioca y con él su famoso calor, un calor húmedo e intenso que puede hacer que algunos momentos del día sean bastante pesados. Especialmente si queremos pasar algunas horas recorriendo la ciudad y conociendo sus mundialmente famosos monumentos.
Por supuesto, el calor del verano de Río de Janeiro es uno de sus principales atractivos al momento de elegirlo como destino de vacaciones. Calor en Río es sinónimo de playa y el número de playas fantásticas, tanto en Río como en zonas cercanas como Búzios, Isla Grande o Angra dos Reis, es casi infinito y nos garantizan unos días de verano inolvidables.
Pero, ya sea que vayas a la playa o que estés conociendo los principales atractivos de Río, seguro que estos sencillos trucos te ayudarán a soportar mejor el intenso verano carioca.
1. Elige las horas centrales del día para las visitas en lugares cerrados y bien ventilados.
Los museos, centros culturales, salas de exposiciones, etc., disponen de un delicioso aire acondicionado que te hará olvidar el fuerte calor del exterior. Durante el verano aumentan las horas de luz en Río, así que podrás hacer muchas cosas en un solo día. Distribuye bien tu tiempo y evita caminar mucho al aire libre durante las horas de más calor.
2. Los días calurosos son perfectos para visitar la Floresta de Tijuca.
Este impresionante Parque Nacional está en pleno corazón de la ciudad o quizá deberíamos decir que la ciudad está en medio de esta inmensa selva. El caso es que su abundante vegetación hace que dentro del parque haya mucha sombra y la temperatura del día sea más agradable.
Recuerda que además, dentro de la Floresta de Tijuca hay varias cascadas en las que está permitido tomar un refrescante baño, así que esa es otra excelente manera de combatir el calor del verano carioca.
3. Si vas a la playa una sombrilla nunca está de más.
Es muy sencillo alquilar sombrillas en las playas, sobre todo si no estás en alguna playa alejada y desierta (que por cierto son fantásticas). Por unos pocos reales podrás pasar un día de playa mucho más cómodo y protegido.
Recuerda también usar protector solar, refrescarte en el mar con frecuencia y tener siempre a mano una botella de agua fría.
4. Las cervezas bien frías, tan típicas de Río, son otra excelente alternativa.
Los cariocas utilizan una frase que muestra mejor que ninguna lo bien que saben servir las cervezas: “estúpidamente heladas”. Y es precisamente así como podrás disfrutarlas, tan frías que casi rondan el punto de la congelación.
Nada como una cerveza bien fría y unas buenas vistas del mar, para disfrutar del calor, en lugar de sufrirlo.
5. Evita las comidas demasiado contundentes como la feijoada o el rodizio de carnes.
Aunque la feijoada y el rodizio de carnes son platos típicos de Río de Janeiro y no puedes irte de la ciudad sin probarlos, un día de intenso calor no son la mejor alternativa. Afortunadamente en Río abunda la fruta fresca y los lugares especializados de sucos (jugos/zumos), que son una fantástica opción para mantenerte fresco e hidratado.
Si la temperatura es muy alta elige ensaladas, platos ligeros, mucha fruta y bebe mucha agua.
6. Has las visitas al aire libre temprano por la mañana o a última hora.
Si hace mucho calor pero tenías pensado visitar lugares como el Pan de Azúcar, el Cristo Redentor o el Jardín Botánico, intenta hacer las visitas lo más temprano posible o por el contrario a última hora de la tarde cuando el sol esté bajo y calor sea menos intenso.
Ir al Pan de Azúcar muy temprano tiene además la ventaja de que evitarás las largas colas que se forman para subir y podrás tener más disponibles sus miradores. Por otro lado, visitar el Cristo Redentor a última hora de la tarde no sólo es una buena idea para escapar del calor del verano carioca sino que ver el atardecer desde allí arriba es una experiencia que te enamorará.